Ahorrar en calefacción y aire acondicionado es posible. En el siguiente artículo te vamos a presentar los procedimientos para estar en casa a la temperatura deseada, pero sin necesidad de que la factura se dispare en las temporadas de temperaturas extremas.

Después de una larga jornada, cumpliendo con diferentes obligaciones, a todos nos apetece estar en casa confortables para recuperar fuerzas y desconectar. Este bienestar se puede ver afectado por el frío o el calor y no tenemos ninguna necesidad porque, haciendo un buen uso de los aparatos, se puede regular la temperatura del hogar.

Procedimiento para ahorrar en calefacción:

  • Añadir una manta más en la cama y apagar la calefacción durante la noche. Tener una manta fina sobre el sofá para fomentar el abrigo frente a la televisión.
  • Mantener una temperatura uniforme de 21 ºC. Es importante evitar los cambios bruscos de temperatura.
  • El inicio del otoño es un buen momento para purgar el aire de los radiadores. Hay que cerrar aquellos que están en habitaciones vacías.
  • Buscar otras fuentes de calor alternativo. Por ejemplo, un calefactor de aire caliente para la ducha. O también una estufa de butano para calentar el salón. De este modo, se reduce el número de horas de calefacción gracias a fuentes de calor más locales e inmediatas, que ofrecen una buena funcionalidad.

Procedimiento para ahorrar en aire acondicionado:

  • Revisar el aislamiento térmico de la vivienda no solo protege del frío, sino también del calor. Vale la pena colocar un toldo en aquellas ventanas en las que da el sol durante todo el día.
  • Revisar el aparato de aire acondicionado para comprobar que está en perfectas condiciones de funcionamiento y limpiar los filtros. Lo ideal es mantener una temperatura constante de 25 ºC. Cerrar las puertas de las habitaciones cuando el aire esté encendido para que se concentre en un lugar.
  • Buscar otras fuentes de aire a través del uso de ventiladores y abanicos.
  • Mantener las persianas bajadas durante el día y ventilar durante la noche para refrescar la estancia. Cambiar los productos de textil hogar de invierno por otros de texturas más finas y colores más claros.

¡No lo olvides!

Como ves, estos trucos de ahorro son completamente aplicables en el día a día. El dinero de ahorrar en calefacción, aire acondicionado u otros suministros podría destinarse en la contratación de un buen seguro de hogar. Una cobertura completa que cubre tanto el continente de la vivienda como su contenido protege frente a posibles incidentes: incendios, inundaciones, robos… Pueden surgir muchos imprevistos que trascienden la voluntad del propietario y un seguro del hogar incrementa el nivel de respuesta efectiva frente a cualquier situación. Quien tiene una casa tiene un bien muy preciado y el bienestar personal y familiar debería ser innegociable.

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